Hagamos un cuento

COMENTARIOS GENERALES

Puedes compartir tus comentarios generales aquí

Un paseo por la fil guadalajara 2010

Artículo periodistico tomado de: http://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/460414.evaluacion-de-la-lectura.html
Evaluación de la lectura Por: ROLANDO CRUZ GARCÍA

La lectura es una actividad humana que se realiza diariamente y a todas horas, no sólo en la escuela, sino en la cotidianeidad; en las instituciones educativas se realiza dentro y fuera del aula, pero nos surge siempre la duda, ¿comprenden lo que leen los alumnos?

Para contestar esta interrogante se recurre a inferencias no siempre válidas, tales como: ¡si no entendieran, no podrían contestar el examen!, cuando sabemos que los alumnos son en extremo listos para contestar diversos instrumentos conocidos o inventados, probados previamente o improvisados, con los que se pretende conocer el nivel o habilidad lectora de los estudiantes.



La lectura es un proceso complejo que ha sido conceptualizado de muchas maneras, que van desde la simple traducción mecánica de signos lingüísticos (se convierten en elementos con significado cuando el lector es capaz de interpretarlos e incorporarlos a su mente), hasta la capacidad que posee un individuo para entender lo plasmado por el autor en un medio impreso, electrónico, virtual o de cualquier otro tipo.

Las letras, palabras, enunciados, ilustraciones, gráficas, tablas, esquemas, etc., son elementos propios de un texto, que no tienen ningún significado hasta que la persona (en este caso el lector), de manera espontánea o planificada interactúa sobre ellos y es entonces cuando los elementos textuales cobran sentido y las ideas se transmiten como un flujo que va del enunciador al enunciatario, como ahora se le llama al emisor y al receptor, es decir del autor y el lector.

Sólo existe una auténtica comunicación cuando las condiciones son propicias para que el sujeto comprenda lo que lee; por ejemplo, es necesario que se hable el mismo idioma, que se esté en el mismo canal, que se cuente con los conocimientos previos, que se cuente con ciertos saberes sobre lo que se está abordando en la lectura. Pero, ¿cómo podemos saber si realmente el estudiante comprende lo que lee?

Si una persona va al cajero automático de alguna institución bancaria y sigue correctamente las instrucciones hasta conseguir su propósito, entonces es claro que entendió el texto que apareció en la pantalla electrónica, aunque después, y a causa de repetir esa tarea muchas veces, lo haga de forma casi automática; en este sencillo caso la prueba de que se comprendió el texto es el producto o servicio recibido.

En el caso de un alumno de cualquier nivel educativo, la situación es más compleja: ¿cómo medir el producto obtenido?, generalmente los encargados de dar el veredicto, sobre si comprendió o no la lectura de un determinado texto son los propios profesores, lo que los convierte en juez y parte, pues evalúan la capacidad o habilidad de lectura de sus propios alumnos; es decir, de aquellos que dependen en gran medida de su capacidad de enseñanza.

La lectura no es un acto mecánico, sino una tarea que requiere la participación activa del lector; en este proceso comunicativo se pone en juego el conocimiento previo del tema, las ideas, las experiencias respecto al mismo, al lenguaje, etc., de otra manera no se logra comprender el texto.

En la escuela tradicional se entendía (y se sigue entendiendo) que el alumno que sabía leer era aquel que leía "de corrido", sin titubeos, con un volumen fuerte, con dicción y entonación adecuados, que realizara una lectura bonita aunque no entendiera nada; en la actualidad se le está dando un nuevo sentido a lo que es la lectura: ahora nos damos cuenta los profesores, directores, padres de familia y sociedad en general que lo verdaderamente importante al leer algo, es entender, comprender, darnos cuenta de lo que quiere decir el autor; en síntesis que el alumno sea competente en la lectura.

La competencia lectora "Es la capacidad para comprender, emplear información y reflexionar a partir de textos escritos, con el fin de lograr las metas individuales, desarrollar el conocimiento y el potencial personal, para participar eficazmente en sociedad" (PISA, 2005). Como podemos darnos cuenta, dicha capacidad debe ser desarrollada hasta convertirla en una habilidad en la vida y para la vida (diría yo: y de por vida).

Además del maestro responsable del aprendizaje y del desarrollo de la competencia lectora del alumno, existen otras instancias evaluadoras, como son las comisiones mixtas y externas que utilizan instrumentos diseñados en las oficinas de los especialistas en la materia; instrumentos que consisten en pruebas estandarizadas a nivel nacional o internacional.

Después de una lectura podemos entablar una conversación a manera de mesa redonda, donde los alumnos expresen libremente su opinión. También se pueden organizar actividades de forma individual, a modo de diálogo con el alumno o bien, un monólogo de forma que se dé la interacción con el autor del texto. Lo importante de esta evaluación dialógica o conversacional es que si se detecta la falta de comprensión (a cabalidad), se puede dar paso a una realimentación, es decir a volver sobre los primeros pasos del proceso de prelectura, lectura y poslectura.

Podemos darnos cuenta que evaluar una capacidad tan básica como la lectura de comprensión, no es tarea fácil, pero vale la pena detenernos sobre ella, ya que es base y fundamento para los demás aprendizajes.