Hagamos un cuento

RECURSOS

En ésta página encontrarás recursos para mejorar la velocidad, la comprensión y otras utilidades que pueden apoyar el desarrollo de las habilidades de lectura y redacción.

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TÉCNICAS BÁSICAS DE LECTURA sigue el enlace clic aquí
1- Establecer el propósito de la lectura
2- Examinar e inspeccionar el contenido del libro
3- Cuestiónese y pregúntese
4-Buscar el significado de lo que se esta leyendo
5-Exprese lo que va leyendo
6-Repase lo estudiado
El uso de la lectura veloz
Modo de evaluar la capacidad lectora
La memoria y las reglas memotécnicas
Técnicas avanzadas de lectura
Lectura crítica y pensamiento crítico
Lectura analítica o comprensiva
Niveles de lectura
Reglas para realizar una lectura analítica...
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De: Kalipedia

El proceso de escritura. El proyecto y la redacción

-Hay una serie de condiciones básicas que un texto escrito debe reunir para que se pueda decir que está bien hecho, bien construido, y, por tanto, resulte eficaz.

Condiciones de los textos escritos

Los buenos escritores procuran que sus escritos reúnan cuatro condiciones:

Que sean adecuados para la persona a la que se dirigen y para el propósito que tiene el escritor, ya sea informar, entretener, convencer, etc.
  • Que sean efectivos, es decir, que realmente consigan el propósito con el que fueron escritos.
  • Que sean coherentes y, por tanto, que la información sea clara, no incurra en contradicciones y esté bien organizada.
  • Que sean correctos, es decir, que estén escritos sin errores de expresión ni faltas de ortografía, y estén bien presentados.
Estas condiciones son necesarias para que los lectores puedan comprender en su totalidad el mensaje y se cumplan, por tanto, los propósitos de una lectura. La diferencia entre descodificar un texto y poder entenderlo completamente radica en la interacción de las características anteriores.

Técnicas de escritura

Los escritores no escriben lo primero que se les pasa por la cabeza ni redactan directamente sus escritos tal como después los leemos. Ni siquiera los grandes novelistas proceden así. En realidad, para conseguir las cuatro condiciones que se han mencionado, los buenos escritores realizan una serie de tareas:



° Piensan a quién y qué van a escribir y cómo va a ser su escrito.
° Ensayan un borrador.
° Revisan lo que han escrito y lo corrigen hasta que le dan una forma que les satisfaga plenamente.
° Pasan a limpio su escrito procurando que tenga la apariencia más correcta y adecuada posible.

Así pues, escribir significa pensar, evaluar y corregir continuamente nuestro propio escrito.

Por otra parte, podemos decir que escribir también significa leer. Una de las condiciones necesarias para escribir es ser un buen lector, no solo porque escribir exige leer durante su proceso sino porque la escritura se realiza, en gran medida, sobre la base de los modelos de otros textos escritos.

Proceso de escritura

Como todos los pasos anteriores son necesarios para conseguir que nuestro escrito final sea adecuado, efectivo, coherente y correcto, podemos decir que la escritura es un proceso que consta de varios pasos.

Los textos deben ser el producto de un proceso de elaboración que pasa por las cuatro fases siguientes: el proyecto, la redacción, la revisión y la edición. Cada fase del proceso requiere de unas técnicas y de unas estrategias determinadas.

El proyecto

Todo proceso de escritura debe arrancar con una idea que podemos formular, por ejemplo, de la siguiente manera:

Voy a escribir un trabajo sobre los dinosaurios para publicarlo en una revista científica. Me gustaría tratar, entre otros aspectos, las clases de dinosaurios que había y las razones de su extinción.

A partir de esa idea inicial empezamos a pensar en el contenido y en la organización del escrito. Ese conjunto de tareas constituyen el proyecto.

Así pues, en la fase de proyecto los escritores se ocupan de idear y planificar sus escritos y para ello llevan a cabo varias acciones.

También han de tener muy clara la identificación de sus destinatarios, y la finalidad de su escrito. Esto determinará la concepción del proyecto, así como el tipo de lenguaje que se va a emplear en el texto (coloquial, formal, etc.).

1. Definir la tarea

Antes de empezar a escribir, es necesario determinar el tema del escrito, el propósito, el destinatario y el tipo de texto.

2. Generar ideas

Una vez que se tiene claramente definida la tarea, es posible empezar a pensar sobre el tema concreto.

Resulta muy útil en este momento ir tomando nota de las cosas que se nos ocurran y comentarlas con otras personas. Ellas nos pueden dar su opinión sobre nuestras ideas y aportar otras nuevas.

3. Buscar información

Cuando escribimos sobre cosas que nos han pasado o sobre historias que imaginamos, generalmente no necesitamos documentarnos. Pero cuando tratamos otros temas es frecuente que antes de escribir tengamos que buscar información en libros, enciclopedias, revistas, etc. Sin documentarnos es prácticamente imposible ambientar adecuadamente a los personajes de una novela, un lugar determinado o unas circunstancias históricas concretas.

La documentación, por tanto, forma parte del andamiaje básico que sostiene cualquier obra escrita.

4. Planificar el escrito

Una vez que tenemos algunas ideas sobre el contenido del texto, podemos pensar en cómo organizar nuestro escrito.

5. Reflexionar antes de escribir

La escritura de un texto no se puede improvisar. La elaboración de los textos está condicionada por el tipo de documento de que se trate. Por tanto, antes de empezar a escribir se realizan diversas tareas:

Pensamos en el propósito (para qué voy a escribir) y en el destinatario (para quién voy a escribir). Ambos factores determinan la elección del tipo de texto (qué voy a escribir). Una instancia, por ejemplo, es un tipo de formulario que tiene el propósito de solicitar algo a la Administración.

Anotamos las ideas y los datos relacionados con el texto que pretendemos redactar. Así, en algunos formularios se requieren datos personales que no siempre tenemos memorizados: número de cuenta bancaria, número de afiliación a la Seguridad Social, etc.

Planificamos la organización de las ideas en el texto. Para ello es fundamental que conozcamos la estructura que corresponde a cada tipo de escrito, es decir, las partes de las que consta.

La redacción

En la fase de redacción, realizamos una primera versión del escrito:

Organizamos las ideas en un esquema que refleje la estructura del texto, teniendo en cuenta que, en muchos documentos, esta corresponde a un modelo fijado. Por ejemplo, una carta de presentación responde a una estructura preestablecida que tiene siempre los mismos elementos, del mismo modo que un contrato de compraventa, un currículum vitae o una hoja de reclamación.

Redactamos un borrador en el que desarrollamos las ideas de acuerdo con la estructura determinada.
 
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